Doble o triple moral en la relación

La obsesión de mi amiga (izquierda)
y mi obsesión (derecha).
Sí, somos Potterheads.
Hablando el sábado noche por Skype con mi amiga Bárbara, salió a relucir un tema bastante interesante.

Ante todo, y dejando claro que uno se halla soltero (venga, chicas, aprovechad), sí que hay algo que tengo claro desde hace tiempo: la persona que es guapa, es guapa; la persona que está buena, está buena. Y eso no cambia tengas o no tengas pareja. Es inevitable el hecho de pensar en otros, somos humanos. Y del pensamiento al acto, hay un peñón de Gibraltar que no deberíamos saltarnos.

Peeeeeero se planteó entonces una cuestión, diciendome: "Si tuvieras novia, y Emma Watson fuera y te dijera de echar un polvo, ¿tú le dirías que no?".

Al margen de lo surrealista que puede ser este hecho (con deciros que me ocurre y tienen que llevarme a que me conecten un electroshock, pues mi corazón no lo resistiría), pensándolo fríamente, es algo que me ha dado para pensar. Y aquí es cuando entra en juego la famosa doble moral (o triple o cuádruple, de la extensión que yo haga seguro que puede seguir hilándose).

En primer lugar, está el tema de la fidelidad, algo que ya he mencionado. Una persona puede ser guapa y todo eso, pero estando con alguien se supone que no vas a acostarte con esa persona si tienes pareja.

En segundo lugar, tenemos el deseo por la figura idonea, traducción, que todos tenemos ese alguien (o esos algunos) que despierta nuestras fantasías. Incluso queriendo con locura a la persona amada, alguien más te hace perder la cabeza, no es nada malo.

Y el tercer punto, variante del segundo, es que el 90% de la población si tuviera oportunidad de acostarse con la persona de sus fantasías lo haría, incluso teniendo pareja. No digo el 100%, porque los habrá muy fieles que jamás traicionarían a su pareja. Luego hay un porcentaje más alto que juran que nunca lo harían y mienten más que en la Moncloa.

Y aquí entra el planteamiento. Si en una pareja, a una se le presenta dicha oportunidad, y cumple esa fantasía quedándose más a gusto que en brazos, ¿hasta qué punto podría estar mal? Sin dejar de decir que estemos hablando de fidelidad... es algo que con toda probabilidad el otro también haría. ¿Qué autoridad moral habría en ese momento si hubiera réplicas?

No me refiero a acostarse con el primero que te lo proponga teniendo pareja, sino de una situación irrepetible que casi todos haríamos sin pensarlo dos veces.

Yo en lo personal, no se. Tendría que verme en esa situación, y la verdad, no me gustaría mucho. Si me va a venir Emma Watson, joder, que venga ya y nos lo quitamos de encima. Por que dicen que al morir, te arrepientes más de lo no hecho que de lo hecho, y seguramente en este caso, ocurra lo mismo.

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