Animal Crossing: New Horizons (opinión y eso)

El pasado viernes salió la nueva entrega de la saga Animal Crossing: New Horizons. Y disponiendo de una copia del mismo, tocaba empezarlo y jugarlo.

Para los que desconozcan la saga, se trata de un simulador de vida. En líneas generales te mudas a una nueva ciudad/pueblo/isla en este caso, y empiezas a hacer vida allí.

... Sí, es un resumen terrible, pero es la línea más general del juego. Entrando en detalles, en los nuevos destinos podemos hacer una vida normal: charla con los vecinos (unos carismáticos animales antropomorfizados), recados para ganarnos la vida, pagar una hipoteca (detrás de otra) para mejorar nuestra casa, amueblarla, ir de pesca o cazar insectos (no entremos con el tema "especistas", por favor), visitar tiendas, o ir a las islas de nuestros amigos gracias a Internet.

Pues bien, New Horizons es la quinta entrega para consola (sin contar los dos spin-off) de la saga. Cada juego ha buscado una forma de hacer innovación, y esta vez han optado por el Plan de Asentamiento de Islas Desiertas. Te mudas a una isla desierta con otros aventureros (tus nuevos vecinos) para poblar una isla deshabitada y empezar a formar un paraíso (tampoco me apetece hacer coñas de planes urbanísticos despiadados, de verdad).

Como concepto es original, ya que en la nueva isla no hay nada. De hecho, empezamos acampando en una tienda antes de que se nos de la posibilidad siquiera de montar una casa. Elegiremos la ubicación en la isla que hayamos elegido en primer lugar y allí empezaremos nuestra nueva vida.

Siguiendo la estela de los juegos actuales, se ha innovado en dos puntos: la aparición de las millas, que es la recompensa por el cumplimiento de pequeños objetivos a corto plazo (alias logros), y también del bricolaje, que es la recolección de materiales para conseguir herramientas, muebles y útiles para hacer más habitable la isla.

Y dentro del encanto del juego, y la absoluta libertad para hacer lo que queramos, he encontrado aquí un punto negativo con el principio del juego.

Casi al principio ya he tenido la opción de montar el museo (un clásico de la serie donde exponer la pesca, los insectos y los fósiles). Sin embargo, la isla carece de puentes, por lo que el límite de terreno para las construcciones es escaso. Fue difícil conseguir las primeras herramientas para montar primero la tienda de Tendo y Nendo, y luego poder hacer el puente (que espero ver terminado mañana) para no apelotonar todas las construcciones en el mismo lado de la isla. Además la pala, instrumento esencial para estas tareas, se me rompió justo después de tener el material mínimo para poder hacer esto.

Creo que no han estado muy acertados al poner algo tan "importante" nada más empezar. Que habrá quien no le preocupe en exceso tener una zona muy poblada y otra más desierta, pero a mi casi me quita la opción de elegir. No se si alguien más lo habrá considerado así.

Al margen de estas pegas iniciales, estoy disfrutando de la entrega como lo he hecho de las versiones anteriores. Cierto es que es un poco molesto que las herramientas no sean eternas, pero añade un toque de tiempo adicional para hacer cosas que los que conocemos la saga hace tiempo podríamos resolver en menos tiempo. Además, es un juego de día a día, por lo que conviene ir entrando con regularidad.

Los gráficos mantienen la esencia original en estilo, pero es la primera vez que un juego de Animal Crossing me parece fluido en el movimiento. En anteriores juegos de la saga siempre me había parecido que la consola debía darlo todo para poder mover los gráficos (y aún así me parecían lentos), pero en esta ocasión tiene un movimiento mucho mejor a la hora de mover al personaje, además de todas las animaciones "ambientales" (los gestos de los demás personajes, dinamismo, el moverse las hojas de los árboles o las flores), lo cual mejora en mucho la experiencia. Han depurado el código de maravilla esta vez. Mis dieses.

Obviamente esto son solo las primeras impresiones. Tendré que dedicarle días (a ratos) para seguir mejorando la isla y hacerla más habitable. Es además la primera vez que podemos usar muebles de interior en el exterior y es una idea que me apetece explotar. Aunque aún no he decidido el montaje (y no soy el único jugador de la isla, así que habrá que llegar a acuerdos). Pero los primeros pinitos han sido positivos.

Una digna continuación de la saga, que quiero comprobar hasta dónde puede dar de si.