De esta saldremos mejores no se qué

Feliz año nuevo, o chúpame un hue😶

Vamos al lío. Ya en el post anterior tuve mis muy serias dudas al respecto de una de las frases más manidas durante el confinamiento. "De esta saldremos mejores".

No hizo falta terminar el año para saber que aquello era o un deseo poco probable, como que te toque la lotería, o una fe en el ser humano por alguna razón que no conozco. En fin. Gente sin mascarilla, organizando fiestas ilegales, sudando de la distancia de seguridad, vaya yo por delante de todo lo demás. En fin, nada nuevo bajo el sol.

Han bastado menos de quince días del nuevo año para verificar, una vez más, que poco hemos cambiado...

—¡Pero qué dise Feliki! ¡Nostasviendo a la gente que está saliendo con las palas o qué!

A ver, no nos dispersemos. Que hay gente buena y que realmente cumple con la comunidad, echa una mano, ha salido con las palas, etc. lo sabemos todos, y demos gracias porque existan. Como la gente que se ofrecía a llevar la compra a la gente que no salía de casa porque estaban confinados, o porque estaban en situación de riesgo. No nos olvidemos de que existe buena gente.

Pero yo que sé. Me da por mirar muchas veces la otra cara de la moneda. La gente que no es tan buena.

Bueno. "No es tan buena". Podemos llamarlo el instinto de supervivencia, que es lo que nos hace desarrollarnos para continuar con vida el mayor tiempo posible pese a que algunos gilipollas se empeñan en llevarle la contraria yendo sin mascarilla y juntándose en grupos de veinte imbéciles en un intento de eludir la muerte. Y ojo, que esto no tiene nada de malo. Lo malo viene cuando la supervivencia va de la mano del egoísmo.

Porque díganme ustedes si ven normal la reacción que ha tenido la gente con esta helada. Ha habido un auténtico saqueo de supermercados. Como en marzo con el inicio del Covid, pero había una diferencia, y es que en aquel entonces los camiones de reparto permanecían operativos. Si aquello ya fue el acabóse, ahora que la nieve ha bloqueado las carreteras y no iba a haber más reparto, la escena que nos ha quedado es digna de una película de apocalipsis zombi.

Que a ver. Soy el primero que puede entender que la gente haga compra una vez a la semana, y a lo mejor llegado el fin de semana no tenga gran cosa en la nevera, y tengan que ir a reponer la despensa. Insisto, que tenemos que sobrevivir, no pasa nada. Pero hay un mundo de diferencia entre hacer compra para pasar estos días, y hacer un acopio de provisiones como si viniera la guerra.

Y ya no es solo eso, coño. Decidme, si tenéis cojones, que os parece normal que llegue una reponedora con un carro lleno de barras de pan, y mientras una hilera de personas aguarda pacientemente a que puedan ser atentidos, una rata en forma de ser humano se abalance a por ella intentando llevarse la mitad de la producción. Por poner un ejemplo. Y que pese al límite que se quería poner de dos barras por persona, esta rata se llevase cuatro barras por su papo moreno.

No voy a entrar ya en la paradoja de algunas instituciones del tipo "Quédate en casa, pero si sales con la pala a ayudarnos mejor que mejor". Que sí, que va por delante la solidaridad de la peña, pero hostias, debe ser una ayuda más ante unos trabajos que deben ser llevados por las instituciones gubernamentales.

Y bueno, no me pongo a hablar del ABUSO que están haciendo las eléctricas con el precio el kilovatio hora porque si no se me va a tachar aquí de comutarra o algo así...

Pero bueno. Igualmente me parece una puta vergüenza. Y si lo defiendes, pues es que eres imbécil.

En fin. Que esto no va de cómo se empieza, sino de cómo se acaba. Pero joder cómo acabamos el 2020. A saber qué nos pasa este nuevo año.