"La materia oscura", de Philip Pullman

Fue hace ya muchos años cuando me sumergí en el universo de La materia oscura. La película "La brújula dorada" había salido hacía poco en los cines (nos estamos remontando al año 2007) y creo que fue en aquellas navidades cuando el libro de "La brújula dorada" cayó en mis manos por aquellos Reyes. Creo que fue el primer libro en tapa dura que tuve. De esos con doble cobertura (la tapa dura propiamente dicha, y por encima una sobrecubierta ya con dibujos, y que utilizan el poster propocional de la película), que tanta rabia me dan...

Y durante mucho tiempo quise haber continuado la saga, pero lamentablemente, ha habido muchas otras lecturas entre medias. Como 12 años de lecturas entre medias. Y sí, el estreno de la serie de HBO el pasado otoño motivó que decidiera ponerme las pilas con esta trilogía.

—Pero Felikis, han pasado más de seis meses desde que se estrenó la...
—Que te calles, Seismeses.

Así que vamos al turrón, comentando todos los libros de la saga, y no podré evitar contar algunos ⚠️ spoilers ⚠. Y empezamos por...

Luces del norte, alias La brújula dorada

Me había dado por buscar por qué el cambio de nombre que se dio en Estados Unidos, pero para hacer un copypaste de la Wikipedia, mejor os paso el enlace. En cualquier caso, la novela nos presenta un mundo que parece el nuestro. Pero nada más empezar, se nos presenta algo que no tenemos en nuestro mundo: los daimonion, unos animales que acompañan a los humanos allá donde van.

La historia nos presenta a Lyra Belacqua, una niña de 12 años que vive en el Jordan College, situada en Oxford. Su daimonion se llama Pantalaimon. Lyra es inteligente, pero no lo aprovecha. Es rebelde, mentirosa, y sabe cómo hacer para salirse con la suya. Los días los pasa en el college, con su amigo Roger (un niño huérfano que trabaja en las cocinas), sin más novedad en la vida que las noticias sobre los zampones (apodados así porque las leyendas urbanas dicen que se "zampan" a los niños, aunque no sé si yo hubiera escogido esta traducción).

Su vida empieza a cambiar con una visita de su tío, lord Asriel, que busca financiar una expedición en su búsqueda del Polvo, una extraña partícula elemental que está considerada poco menos que una herejía por el Magisterio (la institución más poderosa del mundo, una Iglesia), para lo cual requiere ir al norte. Lyra se obsesionará con la idea de acompañarle, y poco después, la misteriora Marisa Coulter aparecerá en el Jordan para ofrecer a Lyra hacer una expedición hacia el frío polo. Será antes de partir cuando llegue a sus manos el aletiómetro, un instrumento que es capaz de decir la verdad. Es entonces cuando Roger desaparece.

Y hasta aquí puedo leer, sin que se me canse la vista (?). El viaje de Lyra está plagado de encuentros con un montón de razas pertenecientes a su mundo, los cuales se nos van presentando progresivamente, explicando así el funcionamiento del mundo: los giptanos, seres humanos nómadas que se desplazan por los ríos; las brujas, cuyos conocimientos sobre los sucesos venideros son amplios; los panserbjýrne, osos acorazados que viven en el norte...

No puedo dejar de hacer un pequeño apartado para el aletiómetro, el instrumento de Lyra que va aprendiendo a emplear de forma intuitiva para obtener respuestas. Ríete tú de Google. El elemento tiene algo de peso en la trama, y tal vez el título del libro de "La brújula dorada" da pie a pensar que aún tendría mucho más. Pero se queda a tres cuartas partes del camino, ya que no tengo la sensación de que sea así del todo. No en vano, toda la historia se centra en el viaje hacia el norte 😉

Philip Pullman nos narraba, capítulo a capítulo, cómo se iban relacionando todos los elementos que nos iba presentando durante la narración, a un ritmo constante pero que no cansaba. Las explicaciones tampoco resultaban enrevesadas, y veíamos todo a través de los ojos de Lyra, acompañándola en sus descubrimientos hasta que nos lleva al duro final de la novela, donde todo empieza a cambiar, tanto la percepción sobre algunos personajes hasta las leyes que rigen el mundo. Lo que da paso a...

La daga

Un personaje nuevo se une al plantel al inicio de esta aventura. Se trata de Will, un niño de la edad de Lyra y que vive en nuestro mundo. Huérfano de padre, y con una madre que sufre algún tipo de enfermedad mental, debe ponerla a salvo y escapar de casa cuando unos hombres se presentan para buscarle. En su huída, encontrará una ventana que le lleva a un lugar totalmente nuevo para él: otro mundo, donde curzará su camino con...

Y es que es imposible seguir el análisis sin hacer el ⚠️ spoiler ⚠ del final del libro anterior: lord Asriel logra abrir un portal entre mundos, y Lyra va tras él, pero se pierde en la niebla, y llega al mismo mundo que sería visitado por Will.

Pero esta repentina celeridad en encontrarse ambos personajes, la velocidad por la cual hablan y aceptan las historias que se cuentan, cómo se desenvuelven entre ello, creo que es el punto flaco del libro. Se trata de un cambio en el ritmo de la narración muy alejado al de la primera novela, en la que parecíamos contar con más explicaciones. Aquí, por el contrario, tenemos que aceptar que todo ocurre porque sí. Las explicaciones son mucho más escuetas que en "Luces del norte" (entiendo que las explicaciones sobre nuestro mundo deban ser más escuetas que sobre el mundo de Lyra, pero es que ambos se han encontrado en un tercer mundo en el que tenemos más incógnitas que respuestas).

Esta vez no solo tenemos los ojos de Lyra, sino que acompañaremos a algunos personajes de la novela original, como a la bruja Serafina Pekala, o al viajero Lee Scoresby; así como nuevos personajes como Mary, una estudiosa de la materia oscura, lo cual da pie a varias tramas más que, aunque todas se encaminan hacia la historia que veremos en la última parte. Pero me repito en que este ritmo de querer contar tantas cosas en menos espacio (en el original inglés, "Luces del norte" tiene 399 páginas, mientras que "La daga" baja a 341; esas 58 páginas de diferencia podrían hacer dado pie a tomarse un descanso, o al menos a bajar un poco el ritmo de la historia.

Insisto, todo esto es una opinión y habrá quien piense que el nuevo ritmo es una maravilla... pero personalmente lo encuentro que rompe tanto con el primer libro que este segundo ha sido un "sin más". Es una lástima, ya que la historia de la daga sutil tiene peso, y resulta incluso más interesante que la de la otra herramienta, el aletiómetro. Esta daga, que se presenta como el arma más peligrosa del mundo, tiene la capacidad de abrir puertas entre mundos, lo cual da explicación al encuentro de los niños y se convierte en un recurrente para su aventura el deslizarse entre unos y otros

Por suerte, para aclarar todas las incógnitas, tenemos...

El catalejo lacado

El cual me terminé de leer anoche, porque he conseguido recuperar el hábito de la lectura antes de dormir.

Sinceramente, tras acostumbrarme más o menos al ritmo extraño de "La daga", la última parte de la trilogía, que sigue la misma estela, se hace un poco más pasable. Volvemos a un ritmo acelerado, pero que parece frenarse un poco para que no nos perdamos detalle. Nuevamente, son varias las líneas narrativas que podemos seguir en "El catalejo lacado", aunque al menos esta vez parecen más definidas.

Volvemos por fin a tener noticias de lord Asriel y sus planes, así como nos vamos enterando de otras formas de vida inteligentes que no pertenecen a nuestro mundo ni al suyo, sino a los muchos otros que confluyen al mismo tiempo. Y aunque resulta interesante, llega el punto en que tantas explicaciones que se dan pueden atragantarse un poco.

Por otro lado, Mary ha llegado a otro mundo diferente, el de los mulefa, donde continuará su investigación sobre la materia oscura, o el polvo, o el sraf, que es como lo llaman estas extrañas criaturas. Momentos de calma en una historia que nos conduce inevitablemente a una guerra.

Pero la trama más interesante, como no puede ser de otra forma, es la que llevan Lyra y Will. La niña fue secuestrada al final del anterior libro por la señora Coulter, y su amigo deberá salvarla, solo para que poco después, ambos se atrevan a realizar el viaje más peligroso: al mundo de los muertos, solo para tener que volver a salir y verse metidos en medio de una batalla de lord Asriel contra los poderes divinos.

Y precisamente, con la abundante información que disponemos sobre Asriel, los ángeles, Metatrón, la Iglesia, los aliados... es el viaje a través de los ojos y las sensaciones de los niños la trama que más engancha. O al menos eso me pasaba a mi. Llegaba el punto en que la batalla me daba igual, aunque debo admitir que no me esperaba para nada las verdaderas motivaciones de Asriel y Coulter, y el desenlace. Pero tantos vaivenes con las opiniones que te puedes formar de ellos terminan por quitarles interés. Todo sea dicho, sería una injusticia para Lyra y Will que estos dos les quitaran el protagonismo.

Pese a que el final comete el pecado de pisar un poco más el acelerador cuando la velocidad crucero ya estaba bien, no deja de ser emotivo y explicar un montón de cosas que se quedaron por el camino, como las consecuencias del uso de la daga, los orígenes del Polvo, y el equilbrio que existe entre todos los mundos que coexisten. Y además, el precio de las promesas realizadas y su importancia, las decisiones tomadas durante todo el viaje que provoca el irremediable final para despedirnos de Will y Lyra.

Un pequeño paréntesis para hablar de las adaptaciones

Si el punto fuerte de la película "La brújula dorada" (2007) era lo bien ambientada que quedaba, el edulcorado del guión evitando toda alusión hacia la iglesia, e incluso pasar algunos términos a otros "políticamente correctos" provocaba un bajón importante en su calidad y en su interés. Como historia más pensada para niños, chapeau, pero me temo que "Luces del norte" es bastante más compleja que todo eso.

Por eso aplaudo mucho la adaptación que ha hecho HBO adaptando el primer libro, y después de haberme leído la trilogía entera, tengo muchas ganas de ver adaptadas las dos siguientes partes y ver el universo de "La materia oscura" más fielmente (aunque es cierto que algunas cosas se quedan en el tintero, pero perfectamente se pueden subsanar contándolas durante los episodios que restan por ver).

En resumen...

"La materia oscura" es un viaje interesante a la par que irregular. Sin embargo, en su conjunto resulta un universo lo bastante rico como para querer saber más de él y de la relación que hay de todo con todo. Un trayecto que ha estado bien conocer, a pesar del tiempo que me ha costado volver a montar en el barco que me ha llevado a lo largo de sus páginas.

Sé que Pullman ha publicado algunas secuelas, y se halla trabajando en una trilogía precuela de los hechos de esta saga. Puede que me anime a leerlos, o puede que queden ahí. Pero al final, la historia, en líneas generales, y con sus debilidades, me ha gustado.