Esa imagen que representa fielmente mi opinión al respecto del cierre de MU (cumpliéndose hoy una semana de ello). Ha sido un error, pero también una pérdida de tiempo: siempre hay y habrá formas de compartir archivos, en constante evolución, de forma imparable. Una vez aclarado este punto de opinión, voy a comentar las últimas adaptaciones de Sherlock Holmes a las pantallas grandes y pequeñas.
Ya comenté en su día mi afición al misterio, y no he podido resistir la ganas de verle en acción... sin embargo, no han superado mis expectativas. Una de las adaptaciones ha sido mala, y la otra, regular.
La mala ha sido la del cine. Intenté ver la película Sherlock Holmes (2009) pero era totalmente distinta a lo que he leído del detective. Si bien ha demostrado su genialidad deductiva, no me ha terminado de convencer. Tenía buena pinta, pero ese Sherlock no termina de... no. De hecho, tenía planeado ver después la de Sherlock Holmes: Juego de sombras (2012) pero en vista de lo visto...
Por el contrario, la adaptación televisiva, Sherlock (2010) (a pesar de lo raro que resulta el primer episodio de esta miniserie) ha resultado bastante buena. Benedict Cumberbatch realiza un trabajo perfecto como un Sherlock en nuestro siglo. Martin Freeman también se nota su trabajo en el papel del Doctor Watson.
Aunque resulta algo chocante que en el primer episodio se hiciera uso de los smartphones y a los GPS, la serie es buena. Aunque las temporadas son breves (3 capítulos cada una...) la serie promete mucho. El desarrollo de los episodios hasta ahora es bueno. El comportamiento de Sherlock es más impulsivo (personalmente, me ha recordado bastante al personaje de Jim Parsons en The Big Bang Theory: Sheldon Cooper.
Con todo es esto, altamente recomendada, tanto para los que fueran fans de la obra original de Conan Doyle como para los que simplemente disfruten de la TV. Hasta la próxima.
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