En primera línea quiero destacar a Shirai Kuroko, personaje del spin-off que es lesbiana. El personaje desde su origen roza ser pervertida. Si nos ponemos con Touma Kamijou, el protagonista de la original, pelea (físicamente, con los puños) contra sus enemigos, pues su mano derecha puede anular sus magias. En el episodio más reciente que he visto, golpeó a una enemiga (lo recalco, mujer) en la mejilla, dos veces.
Aquí ya es cuando llega el Estado Censor y la prohíbe, ¿no? Lo primero, por homofobia, lo segundo, por violencia de género. Y ya está, a otra cosa, no pasa nada más. Así funcionamos cuando algo ya puede dar según qué imagen.
Pues yo voy a ir más allá. Lejos de la obsesión enfermiza que tiene Kuroko por su compañera de habitación, entre ambas hay forjado un vínculo de amistad indestructible. ¡Coño, lo que se llaman valores positivos! Vayamos con el otro: se estaba enfrentando a un grupo con el fin de proteger... ¡joder, a una chica! cuando las soldados de ese grupo estaban intentando matarla. Cómo ha cambiado el trasfondo de golpe. Cambia, pero ya no podemos sacarnos el prejuicio de la cabeza. Esas cosas no están bien y deben prohibirse.
Y ya no me limito a este anime, el concepto general de la animación japonesa es mirada con lupa en España practicamente. Para ver si podemos prohibirlo, ojo. Ejemplos claros: Dragon Ball. Etiquetado muchas veces como un anime violento (siendo censuradas multitud de escenas en las fronteras del país), cuando en el trasfondo tenemos al personaje de Goku, que lucha por el bien, y que es capaz de pelear al lado de sus enemigos, y hacerse amigo de los mismos. ¿Cuánta gente debería aprender eso? ¿No son acaso unos valores positivos para la gente? De Pokémon he llegado a leer que "¿cómo va a ser bueno unos dibujos en los que la gente usa a sus animales para pelear?". Sin palabras me quedo.
Obviamente me tengo que estar refiriendo al público infantil. Un público adulto y maduro mentalmente puede ver esto sin necesidad de ir pregonando que se hace apología de cualquier cosa. Pero claro, tenemos que pensar en los niños, ¿no? Pues pensemos en condiciones. Con dos dedos de frente.
Hemos llegado al punto en que los niños deben estar como "aislados" del mundo adulto. Es extremista. Ni una palabra fuera de lugar, unos dibujos animados que me da que les atontecen más de lo que les peudan educar. Señores, que yo la infancia la pasé hace no mucho. Y he crecido viendo en la tele series como Digimon, o con Doraemon (con las correspondientes escenas subidas de tono de Sizuka) o partiéndome el pecho con las salidas de tono de ShinChan (unas risas que a día de hoy sigo consiguiendo gracias a las reposiciones de Neox por las mañanas). Y no se... Estudio, soy un ciudadano normal, no voy quemando containers o agrediendo mujeres o chutándome farlopa... En resumen, que pese haber visto esas "incitaciones a la violencia" o cosas similares que puedan etiquetarse, no han influído en mi. Carezco de sentimientos racistas o machistas (otra cosa es que una persona de otro país o una mujer no me puedan caer mal, que los hay. Pero también españoles y hombres, como todo).
Tampoco voy a decir que se lo debo a lo que vi de niño. Al contrario, todo se lo debo al ambiente en que me crié. Vale que hay gente se es más influenciable que otra. Pero se está atacando un género que queda desconocido, y se prefiere pintar "un mundo de color de rosa" para los niños cuando en los dibujos que veía de niño se podía ver una ficicón quizá más aproximada a la realidad, que puede animar a luchar contra las adversidades. Es la impresión que tengo, debo añadir que me siento viejuno por escribir post como este en este tono.
Esto puede quedar censurado en los próximos meses. Sin venir a cuento. |
Eso sí, luego se pueden emitir novelas en las que la mala malísima se va cargando y hace sufrir a los demás (hasta que al final, después de 300 capítulos) termina perdiendo, o poner una corte de
Así nos luce el sol. Que pena.
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