Resolución firme: Administrar una web de enlaces sigue sin ser delito en España pese a la sentencia Svensson del TJUE http://t.co/6b2PaogpQO
— David Bravo (@dbravo) June 11, 2015
Parece que por más intentos de la industria, las webs de enlaces siguen sin ser delito. Alguno maldecirá por lo bajini (o lo altini), ya que esta nueva resolución implicaría que SeriesLy no hubiera tenido que cerrar los enlaces.Como siempre, no todo el mundo está de acuerdo con esta resolución. Desconozco si Antonio Resines conocía esta noticia antes o después de sus recientes declaraciones. Resines (Amanece que no es poco, Los Serrano...) ha dicho recientemente que la solución pasa por cortar la conexión a Internet a quienes descargan contenidos ilegalmente. Con un par de huevos. Es algo tan racional como "a quien robe una barra de pan le cortamos la mano". Decía también el actor que el problema es que "nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato".
En parte es cierto. Es innegable que, en estos casos, sería la caída de las empresas de telefonía: cortar la conexión a internet supondría la desaparición del ADSL y la fibra óptica en este país. Pero incluso desde los inicios de la aplicación, cuando se dieran los primeros casos. Sin descargas, internet se queda para mirar el correo, unas búsquedas en Google, y poco más: en resumen, nada que necesite gran velocidad. ¿Para qué voy a gastar dinero en fibra óptica si no puedo dar rienda suelta a la banda ancha? Todavía la gente que juegue online tiene la excusa para mantenerlo, pero no es una cuota de mercado tan grande como "banda ancha para todos".
Algunas operadoras toman ciertas medidas (por ejemplo, capar el acceso a webs como ThePirateBay). Aunque seguramente esto también lo considera ineficiente. Claro, lo mejor sería poder pagar por los contenidos y acceder a ellos legalmente. Y no lo digo con sarcasmo. Pero tenemos ciertos problemas para eso.
El problema es el de siempre: querer vivir toda la vida de un producto. Pretender ganar dinero con cada copia física de una película. E insistir en que "cada descarga es una venta menos". Es ridículo. Es decir, si yo pago por ver una película en el cine (que lo hago)... ¿por qué si luego quiero una copia para mi la tengo que volver a pagar? ¿Gastos de distribución, etc.? Paso. Yo quiero una copia digital, para almacenar en mi disco duro. Y si me vas a vender una copia física, dame un incentivo extra para ello. Que ya existen: las ediciones de coleccionista. Son caras, sin duda, pero hay gente que las compra porque les gustan (y se lo pueden permitir), pero no es lo mismo comprar eso que desembolsar 20 euros por un cacho de plástico con la película grabada.
Otro tanto ocurriría con las reposiciones de series. Hay productos que se repiten hasta la saciedad en televisión, en lugar de llenar esas franjas con contenido nuevo, y nuevo y nuevo. Todo reposición, con sus anuncios incluídos (un pago indirecto, al fin y al cabo). Pero como se te ocurra descargar la serie para verla en un momento más oportuno para tí, ya la tenemos liada (gran ejemplo, Friends; en EEUU están amonestando con 20$ a la gente que se la descarga ilegalmente, cuando por "vía legal" en televisión ya no hay manera de verla). Claro, los derechos de autor parece que tienen que ser eternos. Esto es igual de aplicable a la inductria de la música. ¿A que suena ridículo tener que pagar por cada vez que escuchamos una canción? Se acaba antes haciendo un pago único por esa canción.
Y tanto los actores como los cantantes tienen un elemento común. El único elemento por el que sí hay que pagar cada vez: el directo. Una obra de teatro, o un concierto. Ahí se paga no solo por la obra en sí, sino por todo el trabajo realizado ese día. Y en el siguiente, por el trabajo del día siguiente. Y así un día, y otro, y otro. Son trabajos más esforzados, que obligan a mantenerse en movimiento. No quiero decir que hacer una serie o una película, o que los ensayos para grabar un CD sean poca cosa. Pero ahí, el resultado final es perpetuo. Es el mismo. Una canción de un CD suena igual hoy que mañana. Un actor dirá la misma frase con la misma intensidad si me veo la película hoy o en un mes. Pero una obra de teatro y un concierto tienen una magia plus, no hay nunca dos iguales, y ahí sí se paga. Y eso es inpirateable.
Es por ahí por donde pasa la solución a la piratería. Internet deja los contenidos más accesibles a la mano de todos. Hay formas de hacer negocio legal mediante las plataformas (televisión inteligente de las operadoras, o negocios tipo Netflix, que pronto llegará a nuestras fronteras -a buenas horas, mangas verdes-), pero seguir pagando por cada copia que se haga de una obra es cosa del pasado, y está destinado a desaparecer. El mundo se mueve, avanza, y si el oficio de escribano murió dejando paso a la imprenta, lo mismo va a ocurrir con la industria tradicional. Punto.
Eso sí, no quería cerrar la entrada sin mencionar que Resines justifica las ayudas que recibe el cine. Ya que "todas las industrias de este país están ayudadas o subvencionadas". De acuerdo, aceptemos su declaración. Pero aquí tenemos el tema de siempre: ¿por qué entonces sale tan caro el cine? Especialmente el cine español. Si se trata de una película subvencionada, aunque sea en parte, por el dinero de los contribuyentes... ¿por qué esa entrada tiene el mismo precio que una que una distribuidora ha comprado al mercado estadounidense, o inglés, o francés? Parece que esto es el "copago" del cine (que al igual que el sanitario, no era copago, sino repago?
Es que se traduce como "dame dinero para que yo haga lo que quier y luego págame por verlo". ¿Soy el único al que le parece que hay que ser mu tonto para aceptar? Y más cuando en este país, se han hecho películas que eran un truño, una mierda, una basura. No lo niego, especialmente en estos últimos años se han hecho y subvencionado películas que merecen la pena (pero que del mismo modo debería ser más barato verlas), pero otras en cambio eran una puta castaña pilonga. Incluso algunas películas subvencionadas no han llegado a estrenarse. Eso sí, el dinero se cobró. Y eso es una vergüenza.
Álex de la Iglesia, te echo de menos como director de la Academia de Cine. Tienes más sentido común que tus sucesores con respecto a la piratería. Aunque espero que en algún momento se den cuenta de cual es el camino a seguir para evitar la piratería sin criminalizar Internet.
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