Y es que me temo que va a ser un tema que va a seguir muy en boga, hasta la vistoria, o de la Comunidad Online o del Ministerio de Cultura.
Por un lado, un "tanto" a favor del usuario de Internet (no uso "internauta" porque muchos lo consideran insulto), y es que parece que se va a retrasar 4 meses. Bien, la gente podrá seguir almacenando contenido (cosa que, después de la ley, también hara).
Y ahora, los dos asuntos en contra. La primera, el corte de acceso a servidores de descarga extranjeros, como, por ejemplo, Megaupload (un, dos, tres, responda otra vez), que no podrá accederse. Fecha, no lo he visto aún, pero está al caer, seguro.
Y lo otro, un texto. Un texto llamado Música, cine y televisión en Internet - Guía para padres y profesores. Sólo me ha gustado que estaba escrito en tipografía Calibri, mi favorita, pero quizá cambie de opinión tras verla en estos textos.
Como decía, el texto ha sido redactado y apoyado por: SGAE, FAP y Promusicae. Muy bien, justo como el cierre de Webs va a decidirlo quien más le conviene el cierre, esto está redactado por quien más conviene que seamos "reeducados". El texto puede bajarse de la página de SGAE (irónico) y aquí hay un enlace.
El texto, según se, pretendía introducirse en la Escuela Pública (en general), para, "adiestrar" a los jóvenes sobre como se debe usar y no internet, que es legal bajarse y qué no... lo que todos sabemos, pero hacemos lo que queremos.
Internet es la herramienta más maravillosa (y su especie, la que más me cuesta estudiar). Ofrece muchas posibilidades, y mucha libertad. Si nos quitan esa libertad, dejamos oficialmente de hablar de democracia (cosa sufrida con la Lay de Tráfico y la Ley Antitabaco).
Una lástima. Hasta la próxima entrada.
Me parece perfecto que se quieran proteger los derechos de autor, es lógico teniendo en cuenta que hay mucha gente que vive de ello (y no me refiero a personas como Alejandro Sanz, quien hay que recordar que se le acuso de no pagar a hacienda y aún así va de víctima), lo que no me gusta son organizaciones como la SGAE, tanto por sus métodos abusivos como por proteger solo a las grandes industrias, no a los músicos y que es capaz de incluso que se les pague por utilizar música en un acto solidario o intentar cerrar Jamendo por permitir que los autores distribuyan su música mediante licencias creative commons.
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