Recibí sorpresivamente el primer volumen de cinco de "Sandman", de Neil Gaiman. Sin tener mucha idea sobre el personaje. Bueno, poca. Vale, ninguna, aunque tenía pendiente conocer la obra de Gaiman ("American Gods", eres el siguiente, que lo sepas).
El caso es ese, que apenas conocía que Sandman era una revisión de Gaiman del personaje del "Arenero", ese personaje que se supone que echaba arena en los ojos de la gente para dormirlos y ayudarles a soñar. Leyendas, vamos.
Me apetece hacer un chiste sobre si echarle arena en los ojos a la gente los dormirá o se los irritará más bien, por aquello de que me tomo todo con humor, pero lejos de eso, voy a ponerme con el comic.
Pues bien, este Sandman (o Morfeo) es un personaje de DC, uno de los siete Eternos, quien gobierna el Reino de los Sueños, y cuya vida vamos descubriendo, tanto a través de sus propias viñetas como de las narraciones de otros personajes acerca de él. Y, todo sea dicho, cuyo aspecto me recuerda a una versión del profesor Snape pero en despeinado.
Voy a empezar por lo que primero se contempla de un cómic, o novela gráfica, o cualquier medio narrativo que se apoye en el sistema de la imagen para transmitirse: el dibujo. Soy una persona que siempre ha habido algo que el estilo de dibujo que nos podemos encontrar en Sandman le ha tirado un poco para atrás a la hora de leer "cómic americano". No voy a negar que me arrepiento de esto, la primera vez que vi un estilo de dibujo de esta índole, por mi cabeza pasó un "¿Pero qué demonios...?". Bueno, errare humanum est y rectificar es de sabios.
Ya desde la lectura que hice de "V de Vendetta" he aprendido a valorar este estilo de dibujo, tanto para las escenas más cotidianas, como los despliegues de arte que ocupan dos hojas enteras de la obra. Y para muestra, un botón de cada.
Viñeta del capítulo 8, "El sonido de sus alas" |
Viñeta del capítulo 4, "Una esperanza en el infierno" |
Y ahora, la trama. Con ⚠SPOILERS⚠ del primer capítulo especialmente.
Gaiman empieza la historia de Sandman cuando un humano llamado Roderick Burgess intenta aprisionar a la Muerte, pero por un error, es Sandman (Sueño) quien termina cautivo durante muchos años sin poder moverse de su prisión. Las viñetas nos van narrando el paso del tiempo en el mundo de los mortales, y cómo la ausencia de Sandman empieza a causar estragos en el mismo. Alteraciones en los sueños, en los ritmos circadianos de la gente. En resumen, el concepto de que los seres de cierta índole no deberían ser tocados ni alterados por los seres humanos.
Y cuando (⚠SPOILER⚠) Sandman logra por fin su libertad, empiezan las historias. Vemos a un Sandman que quiere recuperar sus poderes. Vemos las consecuencias que tuvieron sus muchas décadas de encarcelamiento en la Tierra.
Como ya he mencionado, es un personaje de DC, y a lo largo de este primer tomo, nos encontramos diferentes referencias, e incluso interacciones con personajes como la Liga de la Justicia y el doctor Destiny, entrelazados con este Sandman, y que lejos de quedarse en meras anécdotas, forman una parte importante en las tramas que protagonizan.
Pero no solo el mundo terrestre es mostrado con gran atractivo narrativo en la historia. Muchos otros mundos, como el propio Reino de Sueño, y personajes de lo que llamaríamos el más allá son presentados en la obra, y ninguno, o prácticamente ninguno, tiene una relevancia de pasada en la trama de los números que recopila el primer tomo.
Incluso en esos capítulos en los que la trama parece ajena al resto de la obra, o no se entiende qué pinta cierto personaje de pronto, todo queda unido y bien hilado en las casi quinientas páginas de este primer recopilatorio.
Me ha cautivado, no hay duda, y de hecho le he dado la puntuación de 5/5 estrellas en GoodReads. He dado 14 veces con esta dicha puntuación únicamente, así que puedo afirmar que ha sido una de las mejores lecturas que he hecho este año. Y tengo ganas de pillar el volumen 2.
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