La verdad duele, sin ninguna duda. Y la de hoy es sumamente dolorosa: el uno de septiembre. El verano termina pronto, pero las vacaciones terminan ya.
Cada mes de septiembre, los primeros que lo llevan mal son los adultos, y luego, los niños. El primer día de septiembre, todos regresando al trabajo, o a la rutina... coger el tren o el coche, retrasos o atasco, llegar tarde... una auténtica p*tada, en serio... ¿a quien le hace gracia salir de la playa y reengancharse a la rutina? Al jefe, que por lo menos gana más dinero que tú, se ha ido más tiempo que tú, y va a trabajar MENOS que tú. Por eso me gustaría ser jefe.
Luego, el segundo punto negro para las familias... con hijos. Gastarse el dinero en los libros, uniformes... que para ser uni-formes, ya podrían ser más baratos, menos mal que nunca tuve que llevar uno... son odiosos... todos vestidos iguales, que parecen unos clones... luego, los libros de texto... para que luego digan que el saber no ocupa lugar, que los pobres críos van a clase con una mochila que pesa el doble y es tres veces superior al pequeño.
Además, el material... que si los lápices de marca tal, los rotus de otra... ¡coño, un boli negro, uno azul, un lapiz y un borrados, y listos! Para que tanta tontería... eso no se usa en el trabajo.
Luego, también lo pasan mal los niños... se acaban los días largos... si ya en Agosto anochecía antes, pero ahora ya... y lo peor... reencontrarse con el pelota de la clase, el chivato, el pesado... sí, son topicazos, pero todos hemos tenido que soportar uno.
En fin, hay que disfrutar lo que quede, y ¡paciencia! que ya queda menos para el siguiente verano.
Pues si... otra ve toda la rutina... a parte de los jefes, creo yo también se benefician las librerías ya que en estas fechas venden la cabeza entre libros, libretas y las pamplinas que piden los maestros...
ResponderEliminarPero bueno... ya queda menos para el siguiente verano :D xD
Ufff pues ahora que toda mi vida esta patas arriba hecho de menos la rutina que, si soy sincero, siempre me sirvió para sentirme seguro. Aunque entiendo que volver a ella tras un par de meses de desconexión es algo duro e incluso chocante después de haber disfrutado de la libertad que proporcionan unas vacaciones.
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