Apocalipsis Z - El principio del fin

Dicen que no sabemos copiar a los estadounidenses. Bueno, dicen "a los americanos", pero es una palabra demasiado general, y todos sabemos que nos referimos a los señores del dólar. Y es cierto. Ejemplos lo hemos tenido con la serie Piratas, que parecía inspirarse de alguna forma en Piratas del Caribe, o cuando se estrenó el remake de la serie Cheers. Pero en toda regla existe una excepción, y es esta.

Es obvio para quien me conozca o me lleve leyendo durante algún tiempo que el género zombi es de mis preferidos. He reseñado The Walking Dead, la película de Guerra Mundial Z y el anime de Highschool of the Dead, y vistas pero no comentadas tenfo Resident Evil, Amanecer de los muertos, Shaun of the dead... Y ahora, la más reciente: la novela Apocalipsis Z: El principio del fin.

Y es que si esta narración española se ha convertido en un best seller lo ha hecho por méritos propios. Y lo dice uno que suele "renegar" de esas cosas que se ponen tan de moda. Pero lo tenía en mi "lista de lecturas pendientes" y gracias a un compañero del curso de Windows Server he tenido la ocasión de leerlo (tiempo récord, en una semana). Desde aquí le agradezco ya haberme entretenido con esta lectura.

Y aunque puede ser cierto que, en líneas generales, la historia es básicamente el seguimiento de un protagonista que de pronto debe enfrentarse a hordas de No Muertos (que es el término que este emplea), la narrativa en primera persona de la obra de Manel Lourelio lleva esta clase de historias a un nivel que va "un poco más allá", metiéndonos literalmente en la cabeza y pensamientos del protagonista.

Este, un abogado del que (por lo menos en esta primera parte) desconocemos su nombre, ha empezado un blog por consejo de su terapeuta (que muy pronto deberá cambiar por papel y bolígrafo), el 30 de diciembre, día en que apenas escucha algo por la radio de disturbios por países de Europa del Este. A su regreso, las noticias sobre las indicencias en esa parte del mundo empiezan a ser más preocupantes, y el abogado no descarta que pueda haber algo más. Según se suceden las entradas y los días, la situación empeora: la gente se pone enferma, aumentan los problemas, empiezan a cerrarse las fronteras en determinados países, regresa la ley marcial... y llega a España.

Novela española, autor español (de Pontevedra, para ser más exactos) era necesario que el abogado estuviera sito en Galicia. Tras intentar recatar a su hermana de Barcelona, regresa a su hogar donde decide quedarse el mayor tiempo posible justo antes del gran final. La gente está siendo llevada a Puntos Seguros, pero él "se hace el sueco", quedando en casi total soledad. Su único amigo, su gato Lúculo, con quien pronto deberá abandonar su hogar, en medio de las criaturas no muertas que han infectado el país entero, y el resto del planeta. Su necesidad de encontrar regufio, alimentos, y sobre todo, gente con quien socializar, le lleva a dejar atrás la seguridad de su casa e infiltrarse en las peligrosas calles del mundo que en su día estaba tranquilo.

De esta forma, el abogado va narrando su viaje a través de los días, cuando va encontrando un rato oportuno en el cual escribir. Ya dentro de la novela podemos distinguir tres fases: el origen del problema, la aventura en las calles de Vigo, y la aventura en el hospital Meixoeiro. A través el viaje, compartimos con el protagonista sus sentimientos: su temor, su necesidad de encontrar gente, su instinto de supervivencia, sus sustos, sus reacciones al contemplar a esas cosas que en su día eran seres humanos.

Pero no estará solo (todo el tiempo). En su aventura viaja con el gato Lúculo (que siempre logra relajar un poco la tensión, y no tarda en encontrarse a un grupo de marineros en Vigo, de quien destaco al capitán Ushakov, y a un nuevo aliado, Pritchenko, un ucraniano que se convierte muy rápido en el aliado y compañero del abogado.

La aventura de Vigo lleva al abogado y Pritchenko, rodeados de soldados, a la búsqueda de un misterioso paquete, abandonado en una empresa de mensajería local que necesita Ushakov. A través del largo pasaje, comprobamos cómo el apocalipsis ha devastado las ciudades, y cómo sobrevivir y mantener la calma en situaciones de estrés no siempre es posible, y menos con unos cazadores tan implacables como unas criaturas a las que sólo les llaman unos instintos que no quedan del todo claro.

La aventura en Meixoeiro, por su parte, nos adentra en lo desconocido y el miedo que causa. Un incidente obliga al abogado a llevar a Prit a un hospital, pese a sus miedos a que incluso allí dentro hayan llegado las criaturas. El ambiente de la tormenta de la noche, y los No Muertos rodeando el hospital, confieren un auténtico pasaje del terror en mayúsculas. Si las luces tintineantes de una película zombi dan miedo, la oscuridad casi plena en las páginas de un libro pueden cortar la respiración.

Vertiginoso, con acción, con chicha. Un libro que no llega a aburrir. Una lectura amena, bien construida, con ciertas dosis de humor macabro y comentarios mordaces (motivo por el cual me gusta tanto el protagonista). El primero de una trilogía que espero continuar leyendo muy pronto. Para amigos de los zombis, y/o de una buena lectura, este libro cumple con los dos requisitos. Y muestra que, por una vez, sí que sabemos copiar a los norteamericanos, con un resultado más que satisfactorio en un género que cada vez parece más complicado mejorar. Pero lo hace.

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